domingo, 19 de septiembre de 2010

NO TE CAMBIO POR NADA

Sucede con el reino de los cielos lo mismo que con un tesoro escondido en el campo:
el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene
y compra aquel campo (Mt 13,44)

Sin pensarlo di contigo
y la vida me has cambiado,
te cruzaste en mi camino,
eras Tú quien me buscaba.

Me llenaste de alegría
y corrí a venderlo todo,
porque nada me interesa
que no sea a ti tenerte.

No habrá quien se te compare,
vales más que todo el oro.
Ay de aquel que no te encuentre,
no imagina lo que pierde.

Pero sigo en este mundo
que me tienta sin cansancio,
y aunque a veces no sea fuerte
no te cambio yo por nada.

TÚ SABES QUE ME DUELE

Un corazón contrito y humillado,
Tú no lo desprecias, Señor (Sal 51,19)



Sabes bien que no te miento,
mi dolor te es evidente,
lo que yo no sé decirte
por mi espíritu se escapa.

Me conoces desde dentro
de mí nada se te oculta.
Tú me has visto en las batallas
y llorando mil derrotas.

Mis promesas incumplidas,
tu Palabra postergada
y este andar a medio paso
son dolores que me matan.

Siempre fue y será mi culpa,
una cruz que voy cargando,
y por más que me haga fuerte,
Tú bien sabes que me duele.