domingo, 19 de septiembre de 2010

TÚ SABES QUE ME DUELE

Un corazón contrito y humillado,
Tú no lo desprecias, Señor (Sal 51,19)



Sabes bien que no te miento,
mi dolor te es evidente,
lo que yo no sé decirte
por mi espíritu se escapa.

Me conoces desde dentro
de mí nada se te oculta.
Tú me has visto en las batallas
y llorando mil derrotas.

Mis promesas incumplidas,
tu Palabra postergada
y este andar a medio paso
son dolores que me matan.

Siempre fue y será mi culpa,
una cruz que voy cargando,
y por más que me haga fuerte,
Tú bien sabes que me duele.

No hay comentarios: